jueves, 11 de noviembre de 2010

AGUA

Lanzarse a la nada, con las velas firmes
Con esa nuez que simula una barca
Perdiendo el tiempo buscando esa tierra
Que tirara por la borda todas las dudas
Tanta agua, tantas almas perdidas, por nada.

Un mar de fuertes y constantes cambios
Como el devenir desprolijo de alguna ilusión
Como el agua que se escurre entre los sueños
Entre los dedos de alguna mano lejana
Llevando torpe el contenido de lo que fuera.

Buscar ese rumbo que ha sido impedido
Y censura aquel torrente postergado
Cauce de anhelos viejos y nuevos
Como esas sombras que despejan dudas
Y permiten transitar por las filas de lo certero.

Por todo y por nada agua viva y signo puro
En la lluvia fresca de veranos o inviernos
Mojados de esa lástima que traen las tormentas
Perdimos la sed de bebernos el propio cuerpo
Y bebimos la suerte de seguir vivos, enteros.

Simple, como siempre dicen los sabios o los viejos
Escases de la fuente, final inevitable del tramo último
Si fuéramos esa ola constante que regresa de a ratos
Perdidos o encontrados en nosotros mismos
Daremos el último adiós a una lágrima de lluvia