jueves, 22 de octubre de 2009

Al final el diego sigue igual...



Entre la agonía de los partidos contra Brasil y Paraguay, y la descompostura fulminante (que por suerte duró dos minutos) hasta el gol que el misterioso Palermo sacó de la galera, era de esperar que algún acontecimiento, digno de las efemérides históricas, ocurriera.
Algo más le faltaba a esta eliminatoria para que no se hable más de futbol y de táctica y de estilos y la mar en coche, o a alguno de verdad le importaba, en esos partidos contra los brasileros, los paraguayos, los peruanos o los vecinos uruguayos, jugar bonito, golear, ganar de taquito. Vamos, si la mayoría firmaba un repechaje antes de Perú y hasta algunos amargos habrán dicho “ojalá nos quedemos afuera, nos lo merecemos”.
Después de todo esto, al final, paso lo que tenía que pasar, el Diego vomitó…, y no podía ser de otra manera y el que esperara otra cosa, la verdad francamente, peca de iluso o simplemente no entiende, y quizás no entenderá jamás, lo que puede llegar a pasar por la cabeza del que fuera el rey del futbol en esas semanas previas a la definición de las eliminatorias, con la presión de que la prensa mundial lo liquidaría en el mismo instante en el que quedara eliminado.
¿Puede uno ponerse en el lugar de Maradona por un instante?- Tener que escuchar sarta de boludeces, cosas inventadas, que se peleo con este, por esto o lo otro. Escuchar y ver al “Toti Pasman” decir que ya están buscando reemplazo porque “el diego” no llega al mundial, que la selección no entrena porque “el diego” se levanta recién al mediodía, como si este energúmeno de los medios fuera un Victor Hugo Morales o alguien de renombrada trayectoria. Uno se puede comer en la vida muchos pescados podridos, lo que no puede es quejarse por las consecuencias intelectuales de creer en todo lo que le dicen los medios.
Si crees en todo lo que te dicen de Maradona o te ponen encuestas donde lo defenestran, sin que nadie pueda investigar a ciencia cierta si tienen una pisca siquiera de verdad, y no podes separar lo que es cierto o mentira, lo que te pasa es que estas perdido. Yo no estoy aplaudiendo a Maradona por “mandarlo a que se la chupe”, pero saben lo que creo que uno vomita lo que tiene para vomitar, si comes mortadela es imposible que vomites caviar.
Maradona tiene una rara particularidad es un tipo que nació en una de las villas más pobres de la argentina y llegó a ser más conocido que el mismísimo Juan Pablo II, mientras en Italia manejaba una “Ferrari Testarosa”, en argentina bajaba a la playa en tractor con toda la familia enganchada a un carro, a pocos kilómetros, de Bahia Blanca. Este tipo que puteo a todos los italianos de un saque porque le silbaron el Himno Nacional, es el mismo que le dice a los periodista “que la tienen adentro” y es el mismo que nos hizo emocionar mil veces hasta las lágrimas, cuando acariciaba la pelota o cuando acariciaba la muerte dentro de esa ambulancia.
El Diego vomitó, como vomitó Charly, o Reutemann, o vos o yo, la diferencia es que cuando él lo hace, salpica, y a muchos les molesta o los incomoda o les da vergüenza ajena. A mí me tiene sin cuidado, Maradona no es la Argentina, es solo un tipo que fue el mejor a nivel mundial en lo suyo y eso ya es bastante. Sacarlo de ese lugar es una hijaputez, como si él pudiera ir de un lado a otro siendo un erudito en el arte de vivir.

Termino con parte de la canción “la vida tómbola” de “Manu Chao” del disco “la radiolina”:
“Si yo fuera Maradona, viviría como el…
“Si yo fuera Maradona saldríamos de misión
Para gritarle la FIFA, que ellos son el gran ladrón…”


Saludos.
Guillermo Allerborn.